Waldo Aguiar

Madrid, 1930 - 2000.

Su formación artística se inicia en 1949, año en el que ingresa en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, obteniendo el Premio Extraordinario en el momento de su graduación. Concluidos los estudios, sus primeros pasos le llevan hasta Brasil, donde permanece ocho meses en el año de 1956, tras exponer en una muestra patrocinada por la Embajada de España. Su alma de explorador, cargada de inquietudes, le lleva a pintar a África, instalándose durante tres meses en Guinea Ecuatorial.

A medida que va desarrollando su carrera, son numerosos los reconocimientos y menciones que adquiere: pensionado por el Gobierno Francés para realizar una estancia en París (1962), Beca de la Fundación Juan March (1963), nombramiento como Académico Correspondiente en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid en 1973, por citar algunos de ellos.

Su pintura contiene rotundidad, vigor y sensualidad, todo ello enmarcado en una atmósfera intimista dominada por una paleta de colores cálidos y la exaltación de la materia.  No es casualidad que su obra estuviera ligada al mundo de la poesía, pues su honesta creatividad sirvió de fuente de inspiración para literatos como Mario Ángel Marrodán ("Los pinceles de la Vaskonia", 1975), José Ledesma Criado ("Museo íntimo", 1977) y  Carlos Murciano ("Brevario", 1993).

Han sido numerosas las exposiciones protagonizadas por Waldo Aguiar, destacando entre ellas las celebradas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (en 1979 y 1981) y la Exposición Antológica acontecida en el Espacio Cultural Mira (Pozuelo de Alarcón, Madrid) en 2010.

Entre el legado de sus obras resaltamos los murales ejecutados para la Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria (Tenerife), el mural "Vizkaya laboriosa y mística" en la Iglesia de los Padres Agustinos de Portugalete y el "Monumento a la Industria", ubicado en Zamora.

El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Círculo de Bellas Artes de Madrid, la Biblioteca Nacional de Madrid, el Gobierno Vasco, el Museo de Arte Contemporáneo de Sao Paulo (Brasil), son algunos de los centros e instituciones donde se custodia su obra.