Oviedo, 1900 - Madrid, 1998
Desde muy temprana edad Vaquero Palacios manifiesta un gran interés por las artes. Criado en su Oviedo natal, al finalizar el bachillerato se traslada a Madrid, donde estudia arquitectura y pintura, sus dos grandes pasiones. Poseedor de un gran talento, antes de finalizar sus estudios ya protagoniza exposiciones nacionales e internacionales, viajando con asiduidad a Nueva York.
Tras desarrollar una brillante carrera como arquitecto durante años, decide dedicarse por completo a la pintura y trasladarse en 1950 a Roma, donde llegaría a ser vicedirector de la Real Academia de España en la capital italiana.
Su obra pictórica tiene un claro protagonista: el paisaje, interpretado desde una visión silenciosa y llena de quietud. Los amarillos, ocres y las tierras dominan sus lienzos a la hora de interpretar los campos castellanos.
Entre sus logros y reconocimientos cabe destacar su nombramiento como Académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1969 y la Medalla de Oro de la Arquitectura condecida en 1996.